Día 6

Hoy, no es el día para sufrir vértigo, incluso será necesario desmontarse en algunas partes -algo muy raro para los gauchos, ya que los caballos están muy bien entrenados. Pero las mulas pueden aferrarse a las rocas volcánicas, y no hay otros caminos, ¡y nunca nos arriesgamos! Volvemos en Argentina alrededor del mediodía y nos detenemos para hacer un picnic a la sombra de los ñire: opción bañera burbujeante, donde las truchas también se están empapando. Por la tarde vamos a estirar las patas, para largos e inolvidables galopes! Nos reuniremos con Don Pastor esta noche, un personaje mítico, que nos ofrecerá hospitalidad.